EL KYBALION

1. El principio de mentalismo
«El TODO es Mente; el universo es mental.»
El Kybalion.
Este principio encierra la verdad de que «todo es mente». Explica que el TODO, que es la realidadsustancial que se oculta detrás de todas las manifestaciones y apariencias que conocemos bajo losnombres de «universo material», «fenómenos de la vida», «materia», «energía», etc., y en una palabra,todo cuanto es sensible a nuestros sentidos materiales, es espíritu, quien en sí mismo es incognoscible eindefinible, pero que puede ser considerado como una mente infinita, universal y viviente. Explicatambién que todo el mundo fenomenal o universo es una creación mental del TODO en cuya mentevivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Este principio, al establecer la naturaleza mental deluniverso, explica fácilmente los varios fenómenos mentales y psíquicos que tanto han preocupado laatención del público, y que sin tal explicación no son comprensibles y desafían toda hipótesiscientífica. La comprensión de este principio hermético de mentalismo habilita al individuo a realizar yconocer la ley que rige el universo mental, aplicándola a su bienestar y desarrollo. El estudiante de laFilosofía Hermética puede emplear conscientemente las grandes leyes mentales, en vez de usarlas porcasualidad o ser usado por ellas. Con la clave maestra en su poder, el discípulo puede abrir las puertasdel templo del conocimiento mental y psíquico y entrar en el mismo, libre e inteligentemente. Esteprincipio explica la verdadera naturaleza de la energía, de la fuerza y de la materia, y el cómo y elporqué todas estas están subordinadas al dominio de la mente. Uno de los antiguos Maestros escribiólargo tiempo ha: «El que comprenda la verdad de que el universo es mental, está muy avanzado en elsendero de la maestría». Y estas palabras son tan verdad hoy en día como lo eran cuando fueronescritas. Sin esta clave maestra la maestría es imposible, y el estudiante que no la posea, en vanollamará a la puerta del Templo.
2. El principio de correspondencia
«Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.»
El Kybalion.
Este principio encierra la verdad de que hay siempre una cierta correspondencia entre las leyes ylos fenómenos de los varios estados del ser y de la vida, y el antiquísimo axioma hermético se refiereprecisamente a esto, y afirma: «Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba», y la comprensiónde este principio da una clave para resolver muchos de los más obscuros problemas y paradojas de losmisteriosos secretos de la Naturaleza. Hay muchos planos que no conocemos, pero cuando aplicamosesa ley de correspondencia a ellos, mucho de lo que de otra manera nos sería incomprensible se haceclaro a nuestra conciencia. Este principio es de aplicación universal en los diversos planos, mental,material o espiritual del Kosmos: es una ley universal. Los antiguos hermetistas consideraban esteprincipio como uno de los más importantes auxiliares de la mente, por cuyo intermedio se puededescorrer el velo que oculta lo desconocido a nuestra vida. Su aplicación puede desgarrar un tanto elVelo de Isis, de tal manera que nos permita ver, aunque más no sea, algunos de los rasgos de la diosa.De igual manera que el comprender los principios de la geometría habilita al hombre para medir eldiámetro, órbita y movimiento de las más lejanas estrellas, mientras permanece sentado en suobservatorio, así también el conocimiento del principio de correspondencia habilita al hombre a razonarinteligentemente de lo conocido o lo desconocido; estudiando la mónada se llega a comprender alarcángel.
3. El principio de vibración
«Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.»
El Kybalion.
Este principio encierra la verdad de que todo está en movimiento, de que nada permanece inmóvil,cosas ambas que confirma por su parte la ciencia moderna, y cada nuevo descubrimiento lo verifica ycomprueba. Y, a pesar de todo, este principio hermético fue enunciado cientos de años ha por losMaestros del antiguo Egipto. Este principio explica las diferencias entre las diversas manifestaciones dela materia, de la fuerza, de la mente y aun del mismo espíritu, las que no son sino el resultado de losvarios estados vibratorios. Desde el TODO, que es puro espíritu, hasta la más grosera forma de materia,todo está en vibración: cuanto más alta es esta, tanto más elevada es su posición en la escala. Lavibración del espíritu es de una intensidad infinita; tanto, que prácticamente puede considerarse comosi estuviera en reposo, de igual manera que una rueda que gira rapidísimamente parece que está sinmovimiento. Y en el otro extremo de la escala hay formas de materia densísima, cuya vibración es tandébil que parece también estar en reposo. Entre ambos polos hay millones de millones de grados deintensidad vibratoria. Desde el corpúsculo y el electrón, desde el átomo y la molécula hasta el astro ylos Universos, todo está en vibración. Y esto es igualmente cierto en lo que respecta a los estados oplanos de la energía o fuerza (la que no es más que un determinado estado vibratorio), y a los planosmentales y espirituales. Una perfecta comprensión de este principio habilita al estudiante hermético acontrolar sus propias vibraciones mentales, así como las de los demás. Los Maestros también empleaneste principio para conquistar los fenómenos naturales. «El que comprenda el principio vibratorio haalcanzado el cetro del poder», ha dicho uno de los más antiguos escritores.
4. El principio de polaridad
«Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lomismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.»
El Kybalion.
Este principio encierra la verdad de que todo es dual; todo tiene dos polos; todo su par de opuestos,afirmaciones que son de otros tantos axiomas herméticos. Explica y dilucida las antiguas paradojas quehan dejado perplejos a tantísimos investigadores, y que literalmente decían: «La tesis y la antítesis sonidénticas en naturaleza, difiriendo sólo en grado»; «los opuestos son idénticos en realidad,diferenciándose en su gradación»; «los pares de opuestos pueden conciliarse, los extremos se tocan»;«todo es y no es al mismo tiempo», «toda verdad no es sino media verdad»; «toda verdad es mediofalsa», etc. Este principio explica que en cada cosa hay dos polos, dos aspectos, y que los «opuestos»no son, en realidad, sino los dos extremos de la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente,en diversos grados entre ambos. El calor y el frío, aunque opuestos, son realmente la misma cosa,consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados de aquella. Mirad un termómetro y tratadde averiguar donde empieza el calor y donde termina el frío. No hay nada que sea calor absoluto enrealidad, indicando simplemente ambos términos, frío y calor, diversos grados de la misma cosa, y queésta se manifiesta en esos opuestos no es más que los polos de eso que se llama Calor, o sea lamanifestación del principio de polaridad que nos ocupa. El mismo principio se manifiesta en la «luz» yla «oscuridad», las que, en resumen, no son sino la misma cosa, siendo ocasionada la diferencia por ladiversidad de grado entre los dos polos del fenómeno. ¿Dónde termina la oscuridad y dónde empieza laluz? ¿Cuál es la diferencia entre grande y pequeño? ¿Cuál entre duro y blando? ¿Cuál entre blanco ynegro? ¿Cuál entre alto y bajo? ¿Cuál entre positivo y negativo? El principio de polaridad explica estaparadoja. El mismo principio opera de idéntica manera en el plano mental. Tomemos, por ejemplo, elamor y el odio, dos estados mentales completamente distintos aparentemente, y notaremos que haymuchos grados entre ambos; tantos, que las palabras que nosotros usamos para designarlos,«agradable» y «desagradable», se esfuman una en la otra, hasta tal punto que muchas veces somosincapaces de afirmar si una cosa nos causa placer o disgusto. Todas no son más que gradaciones de unamisma cosa, como lo comprenderéis claramente por poco que meditéis sobre ello. Y aun más que esto,es posible cambiar o transmutar las vibraciones de odio por vibraciones de amor, en la propia mente yen la mente de los demás, lo que es considerado como lo más importante por los hermetistas. Muchosde los que leéis estas páginas habréis tenido experiencias en vosotros mismos y en los demás de larápida e involuntaria transición del amor en odio y recíprocamente. Y ahora comprenderéis laposibilidad de efectuar esto por medio del poder de la voluntad, de acuerdo con las fórmulasherméticas. El «Bien» y el «Mal» no son sino los polos de una misma y sola cosa, y el hermetistacomprende y conoce perfectamente el arte de transmutar el mal en el bien aplicando inteligentemente elprincipio de polaridad. En una palabra, el «arte de polarizar» se convierte en una fase de la alquimiamental, conocida y practicada por los antiguos y modernos Maestros herméticos. La perfectacomprensión de este principio capacita para cambiar la propia polaridad, así como la de los demás, siuno se toma el tiempo y estudia lo necesario para dominar este arte.
5. El principio de ritmo
«Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.»
El Kybalion.
Este principio encierra la verdad de que todo se manifiesta en un determinado movimiento de ida yvuelta; un flujo y reflujo, una oscilación de péndulo entre los dos polos que existen de acuerdo con elprincipio de polaridad, descrito un momento ha. Hay siempre una acción y una reacción, un avance yun retroceso, una ascensión y un descenso. Y esta ley rige para todo; soles, mundos, animales, mente,energía, materia. Esta ley lo mismo se manifiesta en la creación como en la destrucción de los mundos,en el progreso como en la decadencia de las naciones, en la vida, en las cosas todas, y, finalmente, enlos estados mentales del hombre, y es con frecuencia a esto último que creen los hermetistas que esteprincipio es el más importante. Los hermetistas han descubierto este principio, encontrándolo deaplicación universal, y han asimismo descubierto ciertos métodos para escapar a sus efectos, medianteel empleo de las fórmulas y métodos apropiados. Emplean para ello la ley mental de neutralización. Nopueden anular el principio o impedir que opere, pero han aprendido a eludir sus efectos hasta un ciertogrado, grado que depende del dominio que se tenga de dicho principio. Saben como usarlo, en vez deser usados por él. En este y en otros parecidos métodos consiste la ciencia hermética. El Maestro sepolariza a sí mismo en el punto donde desea quedarse, y entonces neutraliza la oscilación rítmicapendular que tendería a arrastrarlo hacia el otro polo. Todos los que han adquirido cierto grado dedominio sobre sí mismos ejecutan esto hasta cierto punto, consciente o inconscientemente, pero elMaestro lo efectúa conscientemente, y por el solo poder de su voluntad alcanza un grado tal deestabilidad y firmeza mental casi imposible de concebir por esa inmensa muchedumbre que va y vieneen un continuado movimiento ondulatorio, impulsada por ese principio de ritmo. Este, así como el de lapolaridad, ha sido cuidadosamente estudiado por los hermetistas, y los métodos de contrabalancearlos,neutralizarlos y emplearlos, forman una de las partes más importantes de la alquimia mental hermética.
6. El principio de causa y efecto
«Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley.»
El Kybalion.
Este principio encierra la verdad de que todo efecto tiene su causa, y toda causa su efecto. Afirmaque nada ocurre casualmente y que todo ocurre conforme a la Ley.La suerte es una palabra vana, y si bien existen muchos planos de causas y efectos, dominando lossuperiores a los inferiores, aun así ninguno escapa totalmente a la Ley. Los hermetistas conocen losmedios y los métodos por los cuales se pude ascender más allá del plano ordinario de causas y efectos,hasta cierto grado, y alcanzando mentalmente el plano superior se convierten en causas en vez deefectos. Las muchedumbres se dejan llevar, arrastradas por el medio ambiente que las envuelve o porlos deseos y voluntades de los demás, si éstos son superiores a las de ellas. La herencia, las sugestionesy otras múltiples causas externas las empujan como autómatas en el gran escenario de la vida. Pero losMaestros, habiendo alcanzado el plano superior, dominan sus modalidades, sus caracteres, suscualidades y poderes, así como el medio ambiente que los rodea, convirtiéndose de esta manera endirigentes, en vez de ser los dirigidos.Ayudan a las masas y a los individuos a divertirse en el juego de la vida, en vez de ser ellos losjugadores o los autómatas movidos por ajenas voluntades. Utilizan el principio, en vez de ser susinstrumentos. Los Maestros obedecen a la causalidad de los planos superiores en que se encuentran,pero prestan su colaboración para regular y regir en su propio plano. En lo dicho está condensado unvaliosísimo conocimiento hermético: que el que sea capaz de leer entre líneas lo descubra, es nuestrodeseo.
7. El principio de generación
«La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación semanifiesta en todos los planos.»
El Kybalion.
Este principio encierra la verdad de que la generación se manifiesta en todo, estando siempre enacción los principios masculino y femenino. Esto es verdad, no solamente en el plano físico, sinotambién en el mental y en el espiritual. En el mundo físico este principio se manifiesta como «sexo», yen los planos superiores toma formas más elevadas, pero el principio subsiste siempre el mismo.Ninguna creación física, mental o espiritual, es posible sin este principio. La comprensión del mismoilumina muchos de los problemas que tanto han confundido la mente de los hombres. Este principiocreador obra siempre en el sentido de «generar», «regenerar» y «crear». Cada ser contiene en sí mismolos dos elementos de este principio. Si deseáis conocer la filosofía de la creación, generación yregeneración mental y espiritual, debéis estudiar este principio hermético, pues él contiene la soluciónde muchos de los misterios de la vida. Os advertimos que este principio nada tiene que ver con lasperniciosas y degradantes teorías, enseñanzas y prácticas, que se anuncian con llamativos títulos, lasque no son más que una prostitución del gran principio natural de generación. Tales teorías y prácticasno son más que la resurrección de las antiguas doctrinas fálicas, que sólo pueden producir la ruina de lamente, del alma y del cuerpo, y la Filosofía Hermética siempre ha alcanzado su verbo de protestacontra esas licencias y perversiones de los principios naturales. Si lo que deseáis son tales enseñanzas,debéis irlas a buscar a otra parte: el hermetismo nada contiene sobre ellas. Para el puro todas las cosasson puras; para el ruin todas son ruines.